miércoles, 25 de febrero de 2015

DESCANSO EN TIERRAS CÁNTABRAS

Tras concluir el mes de Ejercicios hemos pasado unos días de descanso comunitario en Cantabria. El viernes 13 por la mañana partíamos para la Casa de Ejercicios de Pedreña 
La nieve y los paraguas nos acompañaron estos días
y por la tarde visitamos dos de las obras de la Compañía de Jesús en Santander: el Colegio Kostka y el CESTE (Centro de Estudios Superiores Técnico Empresariales). Jesús Eguiluz SJ, superior de la comunidad de Santander, y Fermín Trueba SJ, director del CESTE, nos acompañaron esa tarde y durante todo el fin de semana. Verdaderamente se han volcado con nosotros estos días y desde aquí queremos agradecérselo. 




El sábado fue un día de excursiones. Por la mañana visitamos el museo de Altamira. En la réplica que se ha realizado de la cueva pudimos contemplar las célebres pinturas rupestres y hacernos una idea de lo que fue la vida allí durante los miles de años en que los seres humanos la habitamos. Por la tarde recorrimos otra cueva, la de El Soplao, una auténtica catedral subterránea repleta de formas que el agua ha ido bellamente dibujando a lo largo del tiempo.

En el palacio del marqués de Comillas
El domingo volvimos la mirada hacia la historia de la Compañía en Cantabria con la visita a la antigua Universidad Pontificia de Comillas, trasladada en los años sesenta del siglo pasado a Madrid. En esta misma localidad de Comillas visitamos el que fue palacio del primer marqués de la ciudad y fundador de la Universidad, Antonio López y López. Después nos dirigimos hacia Bárcena Mayor, un pueblo típico del interior de Cantabria, para compartir juntos la mesa. 



El lunes, último día de estas pequeñas vacaciones comunitarias, conocimos los entresijos de la editorial Sal Terrae de la mano de Jesús García Abril SJ, colaborador en esta obra de la Compañía, y del resto de personas que trabajan en sus instalaciones. Tras la visita, nos dirigimos al Centro Loyola, donde dos de nuestros compañeros, Matías Aurelio Güemes SJ y Jesús Marco SJ, nos hablaron de su misión. Por último, junto al resto de la comunidad de la Residencia de la Compañía de Jesús en Santander, compartimos la comida antes de nuestra vuelta a San Sebastián.

El recuerdo de estos días nos llevan a agradecer al Señor la acogida y el trato que hemos recibido por parte de los compañeros de Santander, a seguir cuidando unos de otros, y a pedir por los frutos de la
misión en aquella tierra.





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